El pasado año hubo 21,4 millones de trabajadores que cotizaron en algún momento a la Seguridad Social. De todos ellos, ocho millones estuvieron de alta menos de 365 días, con lo que cuatro de cada diez no cotizó el año completo, frente al 62% que cotizó durante todo el ejercicio.
El elevado peso de la temporalidad en la economía española no sólo se ve en el número de contratos temporales que existen, sino también observando el registro de afiliados físicos a la Seguridad Social, que ayer facilitó el Ministerio de Trabajo.
Según dicho registro, de las 21.418.410 personas que en algún momento del pasado año estuvieron afiliados al sistema, sólo 13,4 millones estuvieron cotizando durante los 365 días del ejercicio, para la misma o diferentes empresas, pero de forma continuada y sin lagunas de cotización (que es como se denominan los periodos en los que el trabajador no cotiza a la Seguridad Social). Esto supone que hubo 4,9 millones que estuvieron cotizando entre seis meses y un año y otros tres millones de trabajadores estuvieron dados de alta en la Seguridad Social menos de seis meses.
Si bien, hay que precisar que aunque la gran mayoría de los trabajadores que cotizaron menos de un año son temporales, en este grupo también se contabilizan los contratos indefinidos que empezaron más allá del 1 de enero, así como los trabajadores indefinidos que se dieron de baja por cualquier motivo (despido, jubilación etc.).
En cualquier caso, estos datos indican que cuatro de cada diez trabajadores no cotizaron el año completo. Es más, según este registro, en 2006 hubo 643.597 afiliados que trabajaron menos de un mes al año.
Dicho esto, el pasado ejercicio hubo 623.120 personas más que en 2005 que cotizaron durante los 365 días de año. Este incremento, cercano al 5%, se produjo por efecto de la reforma laboral, que sólo en la segunda mitad del año generó casi 400.000 conversiones de contratos temporales en indefinidos. Esto provocó que esos trabajadores, que en condiciones normales habrían terminado sus contratos eventuales, siguieran dados de alta ininterrumpidamente en la Seguridad Social.
Las cifras facilitadas ayer por Trabajo indican además que hay, al menos, un millón de trabajadores pluriempleados registrados, de los cuales 603.287 eran hombres y 427.990 mujeres. En total, la Seguridad Social detectó que poco más de un millón de personas cotizan por más de una actividad profesional, ya sea en el mismo o diferente régimen del sistema.
Teniendo en cuenta que uno de cada diez afiliados ya es extranjero, se observan grandes diferencias en cuanto a la duración de las jornadas laborales. Así, el registro de la Seguridad Social indica que el 92% de los hombres españoles y el 79,9% de las españolas trabaja a tiempo completo; y alrededor del 5% trabaja más de la jornada completa. Estos porcentajes son muy parecidos entre los trabajadores procedentes de la Unión Europea, pero cambian notablemente entre los inmigrantes extracomunitarios. En este colectivo, el 11% de los hombres y el 12% de las mujeres tienen jornadas que exceden las ocho horas.
Los técnicos del Ministerio de Trabajo han analizado los tipos de contratos de aquellos trabajadores que el pasado año cotizaron durante los 365 días del año. La primera y lógica conclusión es que la gran mayoría de estos trabajadores tenía contrato indefinido. En concreto, de los 13,4 millones que estuvieron afiliados todo el ejercicio, el 77,2% tenía contrato fijo, frente al 13,6% que enlazó varios contratos temporales de forma consecutiva.
El siguiente dato significativo es el contrato fijo ordinario con una indemnización por despido de 45 días al año y un máximo de 42 mensualidades sigue siendo el rey de la contratación. De hecho, por cada cuatro de estos contratos indefinidos ordinarios sólo se hace uno fijo de fomento del empleo estable (que tiene una indemnización por despido más barata, de 33 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades).
No obstante, se observa cómo el impulso de la última reforma laboral, que volvió a incentivar el uso de los contratos fijos con despido barato, está provocando un efecto sustitución, en el que los contratos indefinidos con un despido de 45 días están siendo sustituidos por los nuevos más baratos. Así, el pasado año se dieron de baja de la Seguridad Social 300.802 fijos ordinarios (la gran mayoría fueron 257.109 jubilaciones y 18.069 fallecimientos; el resto fueron despidos o bajas voluntarias), al tiempo que los contratos indefinidos con despido a 33 días aumentaron en 374.472 respecto al año anterior.